viernes, 27 de marzo de 2015

17.- Donde pastaban los dinosaurios. La Escurquilla y Valdevigas


 La Escurquilla

La Escurquilla
 
Nos quedaba pendiente ir a una aldea desconocida para nosotros hasta en el nombre.
Un día salió la conversación y consiguiente discusión, Unos me decían que en la zona de Poyales, otros que al lado de Enciso. Por tanto primer deber, buscarlo en el mapa. Suelo utilizar iberpix que es el mapa ofical del ministerio no está mal pero no está a la altura del geoportail francés. Lo digo porque a veces no está actualizado y no aparecn pistas o caminos nuevos que sabemos de su existencia por haberlos pisado ya. El mapa nos marca que está cerquita de Enciso a poco más de un par de kilómetros y que sale un camino desde aquí. Por otro lado sale un camino desde una curva en la carretera que hicieron para que pasen los camiones de la obra del embalse y decidi coger ese.


Alguien nos observa.

Pero como mi coche carece de GPS automático y como somos humanos me equivoqué de camino, seguí pista arriba y me encontré esta sorpresa. Después descubriría que ese camino lleva a una nevera en el monte.
Di la vuelta hasta el cruce y en en un recodo estaba el pueblo.


Comité de bienvenida.


Y el comité de bienvenida. Cinco hermosos animales puestos en medio del camino que  ni se inmutaban ante mi presencia. El terreno estaba muy húmedo lo que hacía conveniente el uso de un palo. Dando unos golpes en una piedra logré que me cedieran amablemente el paso aunque alguna miraba con un poco de recelo.






 El camino no necesita de muchas explicaciones,  camino de herradura con barro y piedras por todos los lados. Ideal para vacas y caballerías pero un poco incordiante porque en la piedra mojada no se asienta bien el pie.
Llegue hasta el vado de un arroyo que bajaba enn fuerte pendiente resbalando sobre la roca. Cuatro piedras eran el apoyo para no meter los pies en el agua. Seguí por lo que debió ser la calle principal hata llegar a la iglesia. El único sito plano junto con alguna era.





 Lo que se supone eran calles, mas bien huecos entre las casas para pasar de una a otra está lleno de maleza y dificulta mucho mi paso. Subo a la parte de arriba algo más despejada pero el intento de bajada fue inútil. La abundancia de zarzas me impedia el paso y opté por bajar al lado de una lastra de piedra. Imposible. Cualquier paso directo de arriba hacia abajo tenía solo dos opciones, o eres un jabalí, o vas armado de un buen machete para hacerte camino.
Como no poseo ninguna de las dos cosas sigo una senda marcada al lado de una casa que me conduce a lo que debió ser un antiguo huerto que junto a la pared tenía la tapia más baja y accesible.




 




 Y de esa forma abandoné La Escurquilla. El comité de bienvenida no esperó para despedirme y se fue ladera abajo hacia un corral donde saben de sobra que hay alimento y resguardo.
Yo también vuelvo a casa.


Si  les interesa saber la opinión y comentarios de otros les dejo unos enlaces



La escurquilla (youtube)
Iglesia de Santa Ana En la Escurquilla (Diego Marraco)
La escurquilla (Carlos Sieiro) La escurquilla (Paca Sapena)
La escurquilla (Faustino Calderón)

Valdevigas

Hoy hemos intentado ir a Valdevigas. Hemos preguntado en Enciso por la forma de llegar y nos han desaconsejado ir. Las lluvias caídas la semana pasada han dejado los senderos embarrados y no hay acceso posible en coche puesto que no hay pista de acceso.
Sintiéndolo profundamente no tengo fotos para colocar lo cual se hará en en momento que podamos acceder al lugar.

Entretanto les paso la información que ofrecía el diccionario Madoz publicado en 1850. 

 Aldea ó barrio con alcalde pedáneo dependiente de la vecindad de Enciso, con la cual forma ayuntamiento, en la provincia de Logroño, partido judicial de Arnedo.
Consta de 9 casas; una ermita en la cual celebra segunda misa el cura de Escurquilla, y cementerio,
POBLACION: 8 vecindad, 34 almas
CAP. PRODUCCIÓN PRINCIPAL: 77,800 reales
IMP.  3,890.
CONTRIBUCION:  de cuota fija 533.

Anexo 10-08-15
Al fín he encontrado una forma cómoda de acceder. Si que es posible acceder pues el GR 93 pasa por ahí. Pero debido a ciertos problemas de salud, no graves al menos de momento, me desaconsejan la realización de esfuerzos físicos prolongados y el acceso tanto desde Munilla como desde Enciso me limitan bastante en ese tema.

Buscando por los mapas y fotos aéreas he visto que hay una pista por la que se puede subir en coche hasta la parte más alta, aunque el suelo está un poco descarnado en algunos puntos pero con cuidado es accesible. Ahí se puede dejar el coche y tomar el GR 93 hacia Enciso. El sendero es eso un sendero descarnado en algunos puntos, con piedra etc pero limpio y marcado con postes. En resumen que se puede acceder a Valdevigas aprox 1,5 Km en menos de media hora cuesta abajo, luego hay que subir pero no es una pendiente excesiva. 



Hacía tiempo que deseaba acceder a este lugar. Cierto es que no esta muy lejos de lugares habitados pero llegar hasta allí no resulta cómodo, salvo que seas joven y dispongas de buenas piernas pues solo se puede acceder a pie.
Valdevigas se recuesta en una ladera al lado de la confluencia de varios arroyos que acaban en el Barranco de Bargas tributario del Cidacos un poco más abajo de Enciso. Si se sigue barranco abajo a un par de kilometros llegamos a la carretera a la altura del caserío de Bargas. Pero no hay camino, acaso una senda casi o semi abandonada o invadida por la maleza.
Estudié la posibilidad de acceder desde La Escurquilla, otra aldea de Enciso a apenas 2 Km pero ha pasado lo mismo con el camino, se lo ha ido comiendo la maleza.
Sí que podemos utilizar El GR 93, que enlaza Munilla con Enciso y que sería en sus tiempos la forma de acceder a la "civilización de entonces".
Para mi ese camino debido a mis condicones físicas resultaba un poco largo y penoso tanto si subía desde Enciso, Una subida prolongada y luego una bajada, como desde Munilla, una sunida digna del Tour de France y después una bajada, que luego habría que desandar.
Miré cien veces los mapas y vista aéreas, a veces se ve si hay algún tipo de camino o senda, y no encontraba nada.
Mas tarde recordé que en cierta ocasión subí por una pista que me dejaba en la parte de arriba del monte, que se podía subir en coche. ¿sería posible subir hasta ahí en coche y bajar por el GR hasta Valdevigas?
Sólo quedaba comprobarlo, el mapa indicaba alrededor de kilometro y medio de distancia, no es mucha distancia si el camino está limpio. Cogí el coche, el día no era muy caluroso y me acerqué hasta allí.
Al lado del puente que cruza la caretera, como a un Km aguas arriba de Munilla  antes de cruzarlo hay un camino a la izaquierda con un indicador, Camino de la Mata. Tome ese camino, con cuidado, el suelo en algún punto está un poco erosionado por las lluvias y en una subida bastante fuerte llegué hasta arriba.
Munilla

  Abajo Munilla y en la ladera opuesta San vicente de Munilla.
San Vicente de Munilla


El paisaje es seco, descarnado, salvo las choperas del fondo práticamente no se ven árboles, y los barrancos profundos. Allá por las laderas de Préjano y Peña Isasa se ve alguna mancha de pinos repoblados.
No me hizo falta buscar los indicadores del GR Allí mismo estaban, al lado de un grupo de vacas tumbadas a pleno sol.



Mientras saco los bártulos del coche, una pequeña mochila y el asustaperros, un buen palo que me sirve de mucha ayuda, las vacas, curiosas y silenciosas se han acercado y prácticamente me rodean.
Supongo que tienen asimilado la presencia de humanos con la obtención de sal u otro tipo de "golosinas".






La bajada nome resulta fácil, no es excesivamente pendiente pero es incómoda, La piedra está descarnada y al pisar incluso se deshace en pequeñas partículas. El sendero no está muy definido pero los postes me guían. La enebros dispersos entre pastizales secos y llenos de cardos dominan el paisaje.
 
Chozo
 

Paso al aldo de un chozo muy bien camuflado en el paisaje, Casi lo catalogaría como un dólmen por la inmensa losa de piedra que sirve de techo.








 





Sigo bajando hasta unos chopos, descanso un poco sentado sobre un tronco caído y siento una fresca brisa. Al lado los muros o poyos que sujetan las terrazas.
Ahora la senda se marca más y hay algo más de sombra. La vegetación aumanta un poco van apareciendo encinas sobre los bancales.



Sendero

 Lentamente vamos bajando hacia la unión de dos barrancos secos con escasa agua en las pozas talladas en la piedra, la humedad hace que los chopos crezcan en las orillas. 


La primera casa



Al dar la vuelta se ve una casa en lo alto, en un momento llego al pueblo.

Muro derrumbado

 Intento seguir el GR pero un trozo de muro se ha derumbado, vuelvo un poco atráa y atravieso por arriba lo que pudo se una era con una casa cuya fachada han invadido las hiedras, al final consigo volver al camino,



          

Una calle o lo que se supone fue una calle tira hacia arriba pero no subo, veo que hay demasiada vegetación.  

Sendero pedregoso




Sigo el camino adelante para poder tomar alguna panorámica, aquí el sendero coge pendiente y el suelo no es precisamente plano.








La calle


La casa del concejo




El camino está totalmente descarnado, hay que andar con cuidado para no tropezar y caer


















Me siento en una piedra a la sombra y pienso en como sería la vida en este lugar, ahora tan solitario, donde si una mujer iba a dar a luz pa cuando llegaba la comadrona el niño ya gateaba, los inviernos aislados por la nieve, los niños ya desde pequeños a ayudar en las faenas de la casa. La modernidad y las comodidades no llegaron aquí, aquí ni siquiera llegaban los carros.
Y tomo con tranquilida el camino de subida, me lo tomo con tranquilidad, cuando me siento un poco fatigado paro y descanso, arriba nadie me espera, ni siquiera la vacas a las que veo en otra ladera.
Vuelvo a casa, cuando escribo esto, a los tres días todavía me duelen los gemelos, es el precio pagado por  llegar a este lugar.



Valdevigas (Carlos Sieiro)
Valdevigas (Faustino Calderón)
Valdevigas (Paca Sapena)

Valdevigas (Youtube)
Valdevigas (el correo)


Hasta la próxima

Salú pa tós.










 




























miércoles, 18 de marzo de 2015

16.-Arnedillo y Herce


Campo de vides y almendros
 
Después de ver la floración de los almendros decidimos hacer una ruta por la zona Tudelilla-Bergasa-Arnedo. El día se presentaba bueno pero nos dimos cuenta que la luminosidad del día, una especie de calima no resultaba buena para hacer las fotos. Sin conformarnos con observar tan solo el paisaje hicimos un ligero cambio de planes. Visitaríamos algunos lugares y esperaríamos a la tarde para hacer las fotos. Siempre he sentido esa cálida luminosidad que proporcionan las paredes rojizas de la margen derecha del Cidacos.
Puestos ya en faena nos dirigimos a Arnedillo. Arnedillo está situado en una ladera al interior de un profundo valle labrado en la roca por el Río Cidacos.


La garganta de Arnedillo

Río abajo el valle se muestra algo más abierto pero el cauce forma un estrecho paso entre dos paredones rocosos salvados por un alto puente de un solo ojo.






El túnel del ferrocarril



  La estrechez del paso es tal que la carretera pasa por un pequeño túnel y el antiguo trenillo atravesaba el pueblo por debajo por un túnel de más de 600 metros de longitud.




Tras bajar por un laberinto de calles estrechas llegamos a la plaza del Ayuntamiento donde dejamos el coche.  A un lado el ayuntamiento, al otro costado la iglesia. Tañe la campana con un sonido grave.  Ton.nnn.........Vimos que la puerta de la iglesia estaba abierta  y entramos.
Interior de la Iglesia
Órgano
 




























El interior de la iglesia es sobrecogedor, no se espera esto al ver el exterior sencillo, de piedra.
Nos dirigimos seguidamente por la orilla del río al desfiladero. Un grupo de mujeres da su paseo matutino. El río lo atraviesan el puente viejo y el puente del tren, metálico que por un lado se dirige a Arnedo y Calahorra y por el otro al interior de un túnel. Por aquí subían al balneario y por el otro lado se bajaba el carbón de Préjano y piedra caliza desde aquí. Y al otro lado del río la torre de defensa, resto de lo que fue un castillo o palacio donde subía a veranear algún que otro obispo de Calahorra. Y un poco más arriba la ermita de San Andrés y San Blas.  

A la llegada del invierno en el último domingo de noviembre se celebra la fiesta de San Andrés. Con una procesión en la que se saca al santo, en un recorrido por las empinadas y estrechas calles en las que se quema grojo (enebro) y romero y otros arbustos como aulagas humedecidos con agua, que generan muchismo humo, que se inhala al pasar la procesión. La tradición afirma que si pasas por el humo ya no te entra en todo el invierno ni gripes ni catarros.

En 1888 el pueblo se contagió de viruela negra con mucha mortandad. Los habitantes imploraron ayuda divina para aquello que la ciencia no tenía remedios ni comocía bien su origen.
Colocaron una vela negra a cada uno de los siete Santos protectores que tenían en las ermitas con el propósito de sacar en procesión al que estuviese junto a la última vela en apagarse. Fue San Andrés al que ahora sacan en procesiión.

La procesión del humo

Como es Marzo y la procesión del humo queda muy lejos aproveché para fotografíar esta preciosa foto que vimos colgada en el restaurante donde comimos. Espero que al autor, a quien agradezco su buen arte fotográfico, no le importe que la incluya aquí.



Lo podemos ver en este video.
Procesión del humo

Las siete ermitas. 

Arnedillo tiene a su alrededor siete ermitas de distinta antiguedad y características arquitectónicas guardando en su interior retablos e imágenes de los santos patronos. Como en otros lugares se supone que son los restos que han sobrevivido al despoblamiento de aldeas o anexos de la población principal, en este caso Arnedillo. Algunas fueron reconstruidas.

De forma sucinta o breve las ermitas son:
San Tirso, la más antigua data del Siglo IX y está excavada en una roca.
Peñalba del siglo X de estilo mozárabe.
Virgen de la Torre del siglo XVI rehecha en ladrillo.
San Andrés y San Blas del siglo XVIII
San Miguel reconstruida sobre una anterior del siglo XVI
Santiago construcción moderna que sustituye a otra anterior.
San Zoilo es utilizada como capilla del balneario.

Existe un sendero de recorrido circular que partiendo de San Zoilo pasa por las siete ermitas.

Ruta de las siete ermitas

Arnedillo (La rioja.org)

Arnedillo, famoso por sus aguas termales tiene mucho más que ver pero vamos a dejar algo p´autro día y nos dirigimos río arriba. Nuestro destino Peroblasco.








Nos despiden un perro con ganas de bronca tras una verja  y este lindo gatito soñoliento tomando el sol.







HERCE






 

Después de estar en Peroblasco y San Vicente nos encaminamos de vuelta para ver los almendros y decidimos que el castillo de Herce podría ser un mirador magnífico sobre el Cidacos. Su situación sobre un alto cortado a pico sobre el valle le da una perspectiva inmejorable. Siguiendo las indicaciones atravesamos el pueblo y subimos por una pista, al principio encementada a través de un barranco, después por un camino estrecho de tierra que mostraba los efectos de las últimas lluvias subimos hasta el aparcamiento. Después unos 200 metros más de subida a pie hasta la ermita.

La fortaleza y la ermita




La vistas son espectaculares. Hasta se veían a lo lejos las cumbres nevadas de los Pirineos y los montes cercanos a Pamplona. Entremedio la zona media y la ribera del Ebro.



La Vega del Cidacos






Debajo a nuestros pies el Cidacos discurre a través de los cascajos. Y en las terrazas miles de almendros en flor, ya eclipsada su blancura por la aparición de las primeras hojas.









Y si la subida fue cojonuda la bajada fue acojonante. A la fuerte pendiente y estrechez de la carretera había que sumar la inclinación y lo cerrado de algunas curvas. Bajando despacito llegamos a la zona de las bodegas. La consistencia arenosa de esta roca da mucha facilidad a la formación de cuevas o bodegas antaño utilizadas incluso como corrales y palomares.

Bodega
Herce

Ya en el pueblo pudimos observar la casona del barrio de los buenos, nos tendremos que esterar de qué va esto, junto a la iglesia que fue restaurada tras hundirse el tejado hace muchos años.



Casa solariega en el barrio de los Buenos


Y después de entablar conversación con alguno de los abueletes, que casi siempre muestran su voluntad a hablar con el forastero y comentarnos alguna cosa más del pueblo se fue haciendo hora de marchar..
Palacio del Barrio de los Buenos Herce ( D. Marraco)
Información Herce
Castillo de Herce (valvanera.org)

Hasta la próxima.
Salú pa tós


15.- Por las Alpujarras de la Rioja II Zenzano -Villanueva de San Prudencio

Jubera y el castillo

 Hoy nos vamos  adentrar en lo profundo de la sierra riojana. Nos vamos a las tierras del alto Jubera.

Castillo de Jubera
Ha salido buen día y hemos decidido dar una vuelta por Las Alpujarras de Cameros. Toca dar una vuelta por la zona alta, Santa Marina tiene la fama de ser el pueblo habitado a más altura de la Rioja, aunque al repoblarse alguno como el Horcajo algunos lo discuten.
A pocos kilomeros de Logroño existe un recóndito valle cerrado entre montañas. A éel se accede a través de un estrecho desfiladero.que en su día estuvo defendido por dos fortalezas una a cada extremo. Por el norte el catillo de Jubera que todavía se muestra erguido sobre un roquedo domina desde su cima toda la parte baja del valle hacia el norte y el paso del río hacia el sur. Por la entrada sur las ruinas de la fortaleza de Robres del Castillo dominan la otra entrada.

Desfiladero del río Jubera
El río en unos tres kilómetros forma una profunda hoz entre escarpadas laderas por donde solo caben la carretera y el río. Hoy baja un poco cargado por el deshielo pero en las riberas se nota el nivel de la última crecida.



Restos de la fortaleza de Robres
Robres del Castillo.


 
Subida a Santa Marina.
Una vez pasado Robres del Castillo a unos dos kilometros tomamos a la derecha una carretera que en un ascenso vertiginoso nos sube a la parte alta de la sierra. Luego se suaviza la pendiente y la carretera se acopla más a la ladera. De vez en cuando algun pequeño poste nos indica que por ahí pasa un camino cicloturista.




Entre las montañas, en laderas de carasol o al abrigo de los valles hay una serie de lugares que debido a los rigores del clima en invierno,  su altitud rondando y sobrepasando los mil metros y el escarpado  suelo hicieron muy dura la vida en estos lugares. El suelo árido y pedregoso daba poco más que pastos para el ganado, alimentos de subsistencia y no existía otro tipo de trabajo. Cuando finalizaron las repoblaciones de pinos y empezó  a haber trabajo en la década de los 60 sus habitantes emigraron a las ciudades en busca de un futuro mejor. Solo quedaron iglesias en ruina, espadañas sin campana, puertas desvalijadas en busca de algún ¿tesoro?. Había en la capital quien pagaba por algunas cosas rústicas y amigos de lo ajeno y "vándalos" de fin de semana terminaron por romper lo poco que quedaba.

Bucesta
Algunos de estos pueblos no perdieron todos sus habitantes, a otros volvió algún nostágico tras jubilarse. Y la mayoría van quedando escondidos entre zarzas y hiedras, con los tejados hundidos hasta que lluvias y heladas hagan caer sus paredes.






   


Tenemos intención de ver varios pueblos de la parte alta  y nos ponemos en marcha. Dirección Villamediana, Ribafrecha y Ventas Blancas, Jubera y Robres del Castillo. Durante el trayecto una densa niebla nos acompaña. Una vez pasado Robres del Castillo cogemos a mano derecha el acceso a Santa Marina. Una empinada carretera en zig-zag nos hace ganar altura enseguida. Abajo las torres de alta tensión se muestran y esconden tras la manta de niebla y aquí el día limpio nos deja ver la amplitud del paisaje.  


Dehesillas

A mitad de la subida vemos entre unos árboles lo que parece ser las ruinas de una torre.  Entramos por el camino picados de curiosidad. Nos acercamos y allí nos esperan pacientes las vacas, con mirada entre curiosa y desconfíada. Apenas cuatro paredes en pie con la maleza a punto de devorarlas.





Ya no suena la campana.




 Es la antigua aldea de Dehesillas perteneciente a Robres sobre una pequeña planicie en la ladera.










Una espadaña sin campana nos indica lo que debió ser la iglesia de Santa Catalina. estamos ya a más de 1000 metros de altitud en concreto 1015 metros. En su día allá por 1910 Dehesillas, como aldea de Robres del Castillo, tuvo su mayor población, 14 habitantes que tras la guerra civil aguantaron unos años con los jornales que daba la repoblación de pinos y quedó abandonada en 1950.



De la antigua iglesia dedicada a Santa Catalina
solo quedan en pie alguna pared y esta espadaña muda, sin campana.
El único sonido que oimos son las esquilas del ganado que pasta a sus anchas en los prados.




Ver más en estos enlaces.
 Dehesillas
 Patrimonio olvidadodelarioja Dehesillas
La rioja en mi blog. Dehesillas
Dehesillas Carlos Sieiro del Nido


El Collado

Una vez que hemos echado un vistazo a las ruinas volvemos a la carretera. Como otras veces no hemos podido pasar por la nieve.nos dirigimos a El Collado. Alli viven tres personas que cuando nieva un poco se quedan aisladas una semana. La luz se consigue con placas solares y unos pequeños molinos eólicos que se oyen zumbar sobre los tejados.
Para llegar a El Collado hay que tomar una carretera que sale por la derecha. Hay distintas rutas ciclosenderistas que permiten acceder desde distintos puntos. Tras subir una pendiente la pista empieza a bajar  hasta que el pueblo aparece a la vuelta de una curva.


El Collado
Llegamos al pueblo y dejamos e coche al borde de la carretera. Vemos a un hombre  mayor con una carretilla. Lleva leña. Aquí los inviernos son duros hoy ha helado y hay que tener bien alimentado el fogón.
Nuestro objetivo es saber si desde aquí se puede acceder andando a Bucesta, y eso le  preguntamos. Nos indica un camino que baja al río y después una senda por donde en poco más de media hora estaremos ahí.





El Collado, dependiente del ayuntamiento de Santa Engracia de Jubera, tuvo en 1900 118 habitantes que en 1960 eran solo 48 y en 1970 quedó despoblada. Ahora hay bastantes casas reparadas que son utilizadas en verano y cuenta con tres o cuatro personas que viven de forma permanente. La electricidad la consiguen con placas solares y pequeños generadores eolicos colocados sobre los tejados. Cuando caen nevadas un poco fuertes el pueblo se queda incomunicado durante varios días.

San juan Bautista de El Collado

 En la iglesia dedicada a San Juan Bautista se encontraron en 1985 pinturas murales en forma de retablo, con escenas de la vida de San Juan Bautista, posiblemente de época medieval que fueron retiradas y trasladadas a Logroño para su recuperación. Desconozco donde se podrían ver.


El Collado (Carlos Sieiro del Nido)
El Collado, patrimonio olvidado de La Rioja (Diego Marraco)


Vemos un pueblo sobre una ladera es Bucesta. Preguntamos a un vecino si hay camino y nos indica por donde ir. Bajamos por un sombrío helado hasta bajar al río que cruzamos y se convierte en una senda. A este lado de carasol el camino está seco y es más agradable de andar. En aproximadamente una hora nos plantamos allá llegando a las primera eras.


Tras pasar el río y subir por una senda un poco incómoda llegamos a Bucesta. Aquí se supone que vive una persona pero no vemos a nadie. Paredes semiderruidas, vigas caídas, maleza entre las casas, el abandono es evidente.







Bucesta

 Aún quedaban casas aguantando en pie cara al sol con los tejados muy deteriorados. Algunos tejados son de grandes lajas de piedra. Un poco mas al norte como a 500 m sobre la ladera queda en pie una ermita. Ahí es donde estaba el antiguo pueblo de Bucesta que  se trasladó al emplazamiento actual. Según dicen la población pereció envenenada por una salamandra. Parece ser que aquí habita una persona aunque no vimos a nadie.


Bucesta
La zorra de Bucesta
Bucesta (La Rioja en mi blog)
Bucesta y Reinares


A un par de kilómetros siguiendo río arriba está Reinares. De momento no sabemos el camino y tampoco pretendemos arriesgar mucho. Luego nos enteraríamos que el mejor acceso es desde la carretera un poco al lado del empalme de El Collado. Así que lo dejamos para otro día. Tras cumplir con el primer mandamiento del excursionista, "no te quedarás sin almorzar por nada del mundo" ligero si, que ya el colesterol y los trinosequé se nos dispara. Volvemos por la misma ruta que ya va deshelando y vemos a lo lejos la torre de El Collado.
Volvemos al collado donde echamos una habladilla con una vecina, nos cuenta los problemas que tienen en invierno, y otros mas que no son de nuestra incumbencia. Nos enteramos de tos los asuntos como si estuvieramos en el pleno municipal y luego el vecino de la carretilla nos invitó a un trago en su casa. Era ya entrado en años y no le gustaba mucho la capital, solo pa lo necesario. Resulta que era amigo de los suegros de un compañero así que la conversación se alargó un poquico más

  Como todavía nos queda tiempo vamos a buscar el acceso a Reinares  Que parte de la carretera bajando por el arroyo. 
 Volvimos sobre nuestros pasos dirección Santa Marina dejando atrás el zumbido de los generadores de los tejados.



El patriarca

Ya en la carretera se nos acerca el comité de bienvenida. No se crean quen eran los vecinos de Santa Marina, a quienes llegamos a conocer a todos  en un día excepto uno que estaba en el hospital.


No, eran una cuadrilla de ocho o nueve borricos que lamían gustosos la sal esparcida para la nieve y que no hay vez que subamos que no fallen a recibirnos. Se acercan curiosos, meten la nariz por la ventanilla y nos siguen. Se han hecho amigos nuestros.
















 A la llegada al pueblo una cinta  nos corta el paso. Es para que no pase el ganado. Las calles limpias, las casas de mampostería de piedra seca y los tejados de losa de piedra nos trasladan a otro mundo. Las lajas son enormes, Las calles irregulares se dispersan por la solana. Un gallo y varias gallinas coloradas corretean por la nieve.




 

Un gato descansa al sol sobre el tejado, y los lugareños se afanan por tener accesibles las puertas de casas y corrales. La nevada fue intensa y las montoneras de nieve continúan a la sombra. Tan solo 8 vecinos viven aquí de forma permanente. Reclaman una línea electrica que no les haga depender de paneles solares y pequeños aerogeneradores. Aquí la vida es dura en invierno.  



Antiguo horno de pan


Todavía se conservan algunos elementos como este antiguo horno de pan













Y tras echar una habladilla con los vecinos, sobre como viven, o sobreviven tornamos hacia la capital.
 



 






A la vuelta en medio de la carretera nos topamos con tres o cuatro buitres. Ni se asustaron, simplemente se apartaron un poco y se hicieron a un lado. Sus torpes movimientos indicaban que habían almorzado bien. Paramos un poco más adelante a observarlos y vimos que bajo un ribazo 20 o 25 ejemplares estaban dando buena cuenta de un potro. 


Estos sí que se pegaron buen almuerzo.

Hasta pronto y salú pa tós






Villanueva de San Prudencio
                                                           

 Hoy toca dar una vuelta por pueblos olvidados. Entre el cañón del Leza y la garganta de Jubera se extiende un macizo montañoso que se despeña sobre el río Leza. al otro lado un intrincado sistema de arroyos vierten sus aguas al río Jubera. En sus laderas pueblos desiertos, alguno con habitantes ocasionales y otros ya en plena ruina. Zenzano puede ser la excepción de la recuperación. Ocho vecinos, una pista decente sin asfaltar les acerca a la civilización, no hay línea eléctrica, en verano se quedan sin agua y cuando nieva mucho..... Y todo esto a 25 Km de Logroño.

 Entre Ribafrecha y Ventas Blancas discurre una carretera comarcal, almendros, olivos, cereal, alguna viña...... el paisaje habitual de las terrazas que van ganando altura a ambos lados del Ebro.






A unos tres km de Ribafrecha nos encontramos con este cartel. No está en la carretera sino unos 10 metros más dentro en el camino al lado de uno grande de propaganda de una obra pública.





  
Y es que han arreglado el camino. Antes descarnado y lleno de surcos del agua ahora luce plano y engravillado. No es camino cómodo para turimos normales pero se puede transitar sin dificultad.





El camino sigue en pequeña subida hacia el monte entre almendros en flor, y olivos recién podados cada vez más escasos conforme ganamos altura.Y la vamos gananado en una fuerte pendiente hasta llegar un cambio de vertiente. Al fondo del barranco Lagunilla de Jubera.


Lagunilla de Jubera

Seguimos la pista al lado de un profundo barranco y sin desviarnos volvemos a tomar fuerte subida. Al cabo de un rato Zenzano aparece en una ladera entre prados.



Zenzano tuvo ayuntamiento independiente hasta el año 1975 en que se despobló después se fueron recuperando casas y ahora tiene una pob lación de 9 vecinos.
Hay datos de su existencia en el siglo XV que se consevan el el ayuntamiento de Lagunilla de Jubera.
Tuvo como barrio a Villanueva de San Prudencio del cual hay datos desde el año 900.
 Callejeando sacamos algunas fotos de edificios reahabilitados muy bien tratados.


 
Llegamos al bar  Y pedimos unas cervezas a la camarera pero....... tuvimos que bebernos la de nuestras mochilas.

 Pero aún nos quedaba alguna sorpresa.


No seamos intolerantes, entendemos que afea la foto, que podrían haberla puesto un poco más afuera de la vista, pero si no tienen línea de electricidad de algúna forma la tienen que conseguir. ¿Que no nos gusta que esté ahí? Cierto es, pero como no es cuestión nuestra, que venimos una o dos veces al año, pues que sean los propios vecinos los que opinen y decidan sobre ello.

Aunque el día está soleado hay una ligera calima y el viento viene un poco regañón. Se nota más cuando subimos a la ermita de San Cristobal. Es una pena como está. Dede ahí se domina tanto el valle de la parte de Zenzano como la del vallejón que cae hasta el Leza. Enfrente a la misma altura Trevijano.
 
Trevijano desde S
Ermita de San Cristobal.

Nos dirigimos ahora a la dolina de La Covaza, una depresión natural, un agujero de dimensiones y profundidad considerablae. Hay tres dolinas en la falda del monte pero esta es la mayor y la más accesible.
La covaza
Si  nos colocamos de espaldas a la ermita veremos un poco a nuestra derecha y a unos cientos de metros una especie de pared rocosa. seguimos en esa línea unos 10 minutos y ahí está. La pared que vemos forma parte de la dolina, un hundimiento de la tierra de origen karstico.
Ahora volvemos hacia el camino. Un poco más adelante de la ermita a mano derecha veremos unas rodadas las seguimos unos 100 metros hasta que se acaba el plano. Desde aquí veremos un poco más abajo el campanario de una iglesia.  Por la parte izquierda mirando hacia el cañon del Leza hay un sendero de vacas por donde bajaremos a los prados de debajo. Voy buscando un antiguo aljibe o fuente que está casi tapado con las zarzas. Su presencia se delata más ahora por la  aparición de un charco de agua al lado de un grupo de arbustos. Su tamaño y forma es como de un chozo pero más bajo. Supongo que sería el manantial de donde se abastecía la comunidad de San Fructuoso de Pampaneto, nombre del monasterio que un día muy lejano existió aquí.

Aljibe, bóveda superior con agujero en el techo
Aljibe, parte inferior


Un poco más adelante y a la misma altura se encuentra la ermita de los frailes, Debe ser lo único que queda de aquel monasterio que en su día controló todo el valle.


La ermita "de los frailes"

Villanueva de San Prudencio está totalmente abandonada y en ruinas. Pertenecía a Zenzano y cuando este llegó a despoblarse pasó a jurisdicción de Lagunilla de Jubera.
Su origen está en el desaparecido monasterio de San Fructuoso de Pampaneto que en el año 985 fundó el Rey Sancho Garcés, quizá sustituyendo a otro visigodo más antiguo.
En 1032 Sancho III otorga carta de población a Villanueva de Pampaneto, hoy de San Prudencio.
En 1067 el monasterio y la villa son donados al monasterio de San Martín de Albelda pero terminan en posesión del monasterio de San Prudencio de Laturce de donde le viene el actual nombre. 



Villanueva de San Prudencio


Villanueva de San Prudencio

Iglesia de Nuestra Señora de la Esclavitud (Marraco)

De aquí nos dirigimos hacia San Juan de Agriones. Por las averiguaciones que hemos hecho sabemos que está en un prado en la cabecera del valle. Seguimos los postes indicativos del anillo ciclo turista pero observamos que faltan algunos y algún otro lo encontramos tirado en el suelo. Desconozco si son simples actos de vandalismo o con causa intencionada. 
En un cruce tomo la ruta de abajo pero la pista buena acaba en un prado y seguir las rodadas no me gusta. Hay un poste roto por lo que supongo es el camino que lleva a Bucesta. Doy media vuelta y veo que el camino ha hecho una curva muy alagada y que abajo está el prado grande. Se ve algo como unas ruinas que trato de enfocar con el zoom de la cámara. Supongo que esas son las ruinas de San Juan donde acudían en romería los vecinos de los pueblos de alrededor el día del santo. Aquí se reunían para reafirmar la concordia de loas pastos. Por otros blogs consultados aquí tan solo queda alguna pared en pie.
San Juan de Agriones (Supongo)
Una vez localizado nos dirigimos a salir por Santa Marina pues son 4 o cinco Km de pista y el resto carretera
Santa Marina


Así que volveremos otra vez con tiempo.
Hasta la próxima 
Salú pa tós.